SI SUPIERAS...


En estos días vuelvo una vez mas a la rutina que deje de seguir un 16 de marzo de 2020 que gracias a un pandemia tuve que dejar de compartir con mis compañeros y profesores,  esta enfermedad nos obligo a cerrar las puertas de nuestra segunda casa el colegia, al cual volvimos este año pero ya todo era muy diferente no somos los mismos de antes, ahora solo nos vemos los ojos, la cabeza y un utensilio de bioseguridad que ya cuenta como una prenda mas de vestir, en estos tiempos es mas importante tener un frasco que contenga alcohol o gel y no un celular.


Ya nos hacia falta estar sentados en un pupitre recibiendo la explicación de un profesor, viendo el tablero con todas las operaciones matemáticas, pero ya no son iguales que antes, ya no podemos trabajar en equipos, ya no podemos acercarnos unos a otros para platicar, ya no me siento tan solitario como cuando recibía la clase sentado frente a una pantalla escuchando las explicaciones de los profesores, pero ya sentimos un cambio, así no sea un trabajo como el de antes pero tendremos que acostumbrarnos a que estos que estamos viviendo ya no va a cambiar.


En este tiempo que llevamos de presencialidad extraño varias cosas, primero que todo el cambio de horario, durante el tiempo de virtualidad podíamos levantarnos un poco mas tarde, pero ahora que estamos de nuevo en el colegio nos toca madrugar un poco mas, también el cambio de horario para la primera comida del día que es el desayuno el cual el cual lo consumía durante la hora que teníamos de descanso en la virtualidad, y ya tendremos que volver a acostumbrar al cuerpo a recibirlo mas temprano de lo habitual.


Aunque en la virtualidad me sentía mas cómodo porque el trabajo era desde casa, no cambiaría la presencialidad ya que por medio de pantallas los temas no pueden ser bien entendidos o a veces eran muy enredados en lo presencial es mucho mas fácil comprender el tema y realizar un ejercicio ya que no tenemos distracciones, tenemos a los profesores explicándonos en el tablero cosa que en la virtualidad no teníamos tablero, solo presentaciones por aquí y presentaciones por acá, y entre presentación y presentación nos enredábamos mas ya que los temas a veces venían revueltos cosa que no nos pasa en lo presencial.


Entre algunas de las cosas que realizaba durante las clases  están las tareas de otras materias, el que hacer de la casa y otras cosas pero si tocaba mantener la cámara prendida no podía realizar nada de esto, lo hacia mas que todo en las clases mas aburridas o menos interesantes cuando los profesores solo hablaban y no explicaban nada.


Era obvio que en la presencialidad no íbamos a poder estar todos al tiempo, que con el tapabocas tampoco nos íbamos a reconocer unos con otros, que tocaría adivinar cual es la persona que esta hablando, ya que después de casi un año y medio ya las voces de los demás se nos olvidaban o cambiaban y ya que en la virtualidad se escuchaban distintas, creí que los profesores eran igual de serios que cuando estábamos en la virtualidad  pero no es así.  


No puedo negar que en la virtualidad realiza varios fraudes durante evaluaciones o talleres acudiendo a la ayuda de varios santos como San Google, San Youtube y San Traductor los cuales aveces me ayudaban pero en ocaciones no, a veces era demasiado fácil realizar un fraude obviamente si teníamos el micrófono y la cámara apagada, pero cuando tenia la cámara encendida tenia que esperar que el profesor volteara la cara o estuviera distraído para poder acudir a las santas aplicaciones que aveces nos salvaban de un error o nos daban todas las respuestas.


Durante la cuarentena reforse un poco mi táctica en la cocina ya que a veces me sentía aburrido sin nada que hacer y pensaba que podía hacer con algo que tuviera cerca y lo mas cerca era la cocina buscaba los ingredientes para alguna receta y me concentraba para realizarla y para que no se me quemaran las ollas, y no mas con imaginarme que se quemaba alguna olla sentía una palmada en la espalda por mi madre pero gracias a Dios no paso en ningún momento.


Cuando los profesores me hacían una pregunta o que diera la respuesta a algún problema y no lo sabia o por estar realizado alguna otra actividad no tenia la respuesta, desconectaba el wifi del celular  o apagaba el moden y por medio de los poquitos datos que tenia el celular le escribía a algún compañero para que le dijera al profesor que se me había caído el Internet.


Gracias a Dios no tuve ninguna perdida familiar por esta enfermedad pero si ubimos varias personas de mi familia que resultamos contagiados pero momentos dolorosos o difíciles no pase durante este tiempo.

 

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